Pulverización con hielo seco.


Sin sustancias peligrosas

En la pulverización con hielo seco no se utilizan sustancias químicas ni disolventes nocivos ni dañinos para el medio ambiente. En consecuencia, no se producen vapores nocivos ni que impliquen un peligro para la salud y, de este modo, no existe ningún riesgo de que los empleados hagan uso de sustancias peligrosas o dañinas para la salud.

Eliminación de residuos sencilla

Tras la pulverización con hielo seco no quedan restos de detergente abrasivo. La suciedad disuelta cae al suelo y puede ser barrida. Lo único que debe eliminarse es la suciedad que se genera. Sin embargo, si se utilizan sustancias químicas y disolventes, quedan residuos tóxicos que son costosos de eliminar.

Sin residuos secundarios

Al utilizar un chorro de agua, arena o sosa, el propio producto proyectado se convierte en un residuo problemático cuando se han limpiado con él ensuciamientos peligrosos. Se produce una cantidad muy grande de residuos secundarios que, según las circunstancias, pueden ser muy costosos de eliminar en cuanto a esfuerzo y gasto

Producción de dióxido de carbono

El CO₂ se genera como producto secundario en otros procesos de transformación de la industria. Por ejemplo, se genera dióxido de carbono en el lavado de CO₂ en la síntesis del amoníaco y del metanol. Una gran parte del CO₂ utilizado se consigue a partir de un gas bruto de dióxido de carbono que se produce en procesos químicos de transformación de crudo y gas natural como gas de escape. También se produce dióxido de carbono en procesos de transformación en centrales eléctricas o procesos de fermentación.

Por ello, en los países industrializados, el CO₂ ya no se produce por separado o de manera adicional y la combustión de combustibles fósiles para generar CO₂ ha desaparecido totalmente.






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